Como ya vimos en la primera parte de Tentempiés variados para todos, las ingestas de media mañana y merienda tienen una función muy importante en el mantenimiento de nuestros niveles de energía a lo largo del día.

Como ya vimos en la primera parte de Tentempiés variados para todos, las ingestas de media mañana y merienda tienen una función muy importante en el mantenimiento de nuestros niveles de energía a lo largo del día.
Cuando llega el verano lo que más necesitamos es descansar a la sombra de lo que sea: un pino, una sombrilla o un chiringuito. La mente va poco a poco reduciendo su ritmo “laboral” para pasar a ese otro que nos transporta, a veces, a las vacaciones de nuestra infancia, cuando nos aburríamos de forma sana y los días iban pasando lentos y felices. Así, nuestros pensamientos vagan y nuestra percepción se detiene en lugares u objetos en los cuales, durante el resto del año no repararían lo más mínimo.
Peine playero un poco perjudicado pero totalmente funcional.
Cuando vamos a preparar el menú de cada día, normalmente nos centramos en el primer plato y luego pensamos en complementarlo con el segundo plato. De primero ponemos verduras, cremas, purés, sopas, menestras. Y de segundo ponemos carne, pescado o huevos. O bien optamos por el plato único que nos resuelve toda la comida: legumbres, arroces y pastas combinadas con verduras y alguna fuente de proteína.
Pero no solemos poner mucha atención en la guarnición, ese acompañamiento de los segundos platos que nos obliga a realizar otra elaboración culinaria, la cual al suponer más trabajo en la cocina dejamos para el final o no la llevamos a cabo.
La guarnición enriquece el segundo plato y de paso todo el menú
Ya están aquí las Navidades, parece que fue ayer cuando tomamos el roscón de las pasadas. Como cada año nos disponemos a compartir buenos momentos en familia y con amigos y siempre, como no, alrededor de una rica comida, como manda la tradición. Y las buenas tradiciones hay que conservarlas.
Por otro lado, todos tememos estas fiestas ya que solemos comer de más. Pero esto no debería preocuparnos si sabemos comer con cabeza el resto del año.
Así que, aprovechando mi primera cena de Navidad con los amigos, vamos a repasar algunos hábitos que deberíamos conservar después de las fiestas.
Es importante cuidar los detalles en la mesa.
¿Nunca os habéis preguntado porque desayunamos cada día lo mismo? En cambio las comidas del medio día y las cenas las variamos más. ¿Cuál puede ser la causa? ¿Estamos muy dormidos para ponernos a preparar algo más complicado que un café y una tostada? ¿Nos parece que no nos dará tiempo a preparar cosas nuevas? ¿Nos acostumbramos a algo y es difícil cambiar la rutina? ¿Todo esto al mismo tiempo?
Mientras meditamos cuál será esa misteriosa causa que a los humanos nos hace tan difíciles los cambios, os vamos a proponer algunos desayunos rápidos y diferentes del café y tostada habituales.
Cafe con tostada de pan de maíz, mijo y arroz con mermelada de higos.