Encuesta “El Lenguaje y la educación nutricional”

Estimados lectores de este blog, algunos profesores de Alimentación de UNIR estamos realizando un estudio sobre la influencia del lenguaje en la educación nutricional. Para ello hemos preparado un cuestionario que hemos validado previamente y ahora necesitamos el máximo de respuestas posibles sobre todo entre universitarios y gente joven, aunque aceptamos encuestados de todas las edades.
Esperamos que puedas tomar unos minutos para colaborar en esta investigación en la que queremos averiguar qué entendemos por comida rápida, comida basura y otros conceptos muy difundidos pero en realidad poco explicados.
También agradeceríamos si pudieras difundirla entre tus conocidos y amigos.

El enlace para acceder a rellenar la encuesta y el que podéis compartir es el siguiente:

Encuesta «El lenguaje y la educación nutricional»

 

La manera como denominamos a las cosas transmite una idea de cómo el emisor del mensaje las valora, de forma que el receptor no sólo recibe la imagen de la cosa aludida, sino la opinión que el emisor tiene de la misma.
En el mundo de la alimentación, en los años 70 se vio que un tipo de dieta muy extendida entre los consumidores de Estados Unidos, estaba relacionada muy estrechamente con la aparición de problemas cardiovasculares y con un problema de obesidad cada vez en aumento.
Pronto se popularizó el término “Junk Food”, para designar este tipo de dietas poco saludables; la contribución de los medios de comunicación fue realmente eficaz en la difusión de estos nuevos términos, que como campaña de promoción sanitaria tratan de identificar un tipo de dieta con sus resultados negativos en índices sanitarios (colesterol, diabetes, obesidad,…).
En nuestro país este término se tradujo por “Comida Basura”, y su llegada al gran público no se produjo hasta finales de los años 80, casi siempre identificándola con las dietas de comida rápida de origen americano. Actualmente gracias a la difusión de este término todo el mundo comprende que cierto tipo de dietas hay que tomarlas con precaución, debido a sus efectos adversos, lo que no es óbice para  que entre nuestros jóvenes sean muy populares y extendidas.

Con esta investigación esperamos arrojar un poco de luz sobre la relación entre nuestro lenguaje y los conceptos alimentarios que vamos adquiriendo al formar parte de esta sociedad tan mediatizada y con esta cultura de la comunicación cada vez más desarrollada.

 

Comparte la entrada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.