Celebrar la Navidad y mejorar nuestros hábitos nutricionales

Ya están aquí las Navidades, parece que fue ayer cuando tomamos el roscón de las pasadas. Como cada año nos disponemos a compartir buenos momentos en familia y con amigos y siempre, como no, alrededor de una rica comida, como manda la tradición. Y las buenas tradiciones hay que conservarlas.
Por otro lado, todos tememos estas fiestas ya que solemos comer de más. Pero esto no debería preocuparnos si sabemos comer con cabeza el resto del año.
Así que, aprovechando mi primera cena de Navidad con los amigos, vamos a repasar algunos hábitos que deberíamos conservar después de las fiestas.

Es importante cuidar los detalles en la mesa.

El pasado 16 de Diciembre tuve la suerte de poder cenar con los amigos en casa. Esto es una buena costumbre ya que en casa siempre se está más a gusto. Cada uno se encargó de traer un plato para construir un menú digno del mejor restaurante. Aquí las estrellas no eran Michelin sino de buen rollo y gusto por estar juntos.
Os cuento el menú resultante para que os chupéis los dedos. Comenzamos con una ensalada compuesta por brotes tiernos de lechuga, granada, kiwi, pipas de calabaza y manzana. El encargado de elaborar la ensalada fue Manuel.
Y aquí viene el primer truco. Si empezamos a comer por una ensalada, ya vamos llenando el estómago de verdura y fruta que comienzan a saciarnos de forma saludable.

Ensalada de brotes tiernos, granada, manzana y pipas de calabaza.

A continuación tomamos un delicioso sushi casero con ingredientes variados: atún, salmón, huevo, verduras, queso fresco con su arroz dulce y su alga Nori envolviéndolo todo. Este plato fue elaborado por Miyuki.
El truco en este caso es medir bien las porciones de sushi que vamos a tomar, ya que este plato es muy completo y nutritivo y como los trozos son pequeños parece que nos llaman a tomar uno y otro y otro…. De hecho podríamos cenar la ensalada y tres porciones de sushi y quedaríamos saciados. Pero como quedan platos vamos a tomar solo dos.

Bandeja de sushi variado.
Detalle de porciones de sushi con verduras, salmón, atún, queso fresco, aguacate.

Seguimos con un puding de merluza y langostinos con salsa rosa. Este plato lo elaboró la autora del blog, que está empeñada en perfeccionarlo ya que me gusta mucho tomar pescado. El sabor de la merluza con el langostino, ambos mezclados y aromatizados con un poco de eneldo y esa salsa rosa, me parecen una combinación ideal. Buena manera, por cierto, de que los niños tomen pescado y no es tan difícil de hacer.
Aquí podemos aplicar la que yo llamo la “regla del dedo gordo” para calcular el ancho de la porción, ¡colocado en la dirección del corte claro! Que aún nos queda un plato y el postre.

Puding de merluza y langostinos con salsa rosa y eneldo.

Finalmente degustamos un cuscús con cordero guisado con miel, canela, ciruelas pasas y anacardos para chuparse los dedos, cocinado por Olga. La mezcla de sabores es espectacular y el cuscús hace que el conjunto sea muy suave. El cordero así guisado no deja sensación de exceso de grasa y sienta muy bien.
Si nos hemos controlado hasta aquí, podemos seguir degustando este plato pero también con cabeza. Podemos servirnos con cuchara sopera y así no nos pasamos. Y nos ponemos dos cucharadas soperas de cuscús y dos de cordero, por ejemplo (cada uno debe medir su ración).

Cuscús y cordero guisado con ciruelas pasas, anacardos, miel y canela.

El broche final corrió a cargo de la tarta de tres chocolates de Alicia. La elaboró con cuajada y chocolate blanco y chocolate negro en dos concentraciones diferentes. Todo sobre una base de galleta desmenuzada. El resultado es un delicioso postre con un sabor suave a chocolate.
Con este tipo de postres la regla que yo aconsejo es que no por tomarse uno media tarta lo vamos a disfrutar más. Todo lo contrario. Los postres dulces deben degustarse bien pero en pequeñas cantidades. Trozo pequeño y saborear cada bocado como si fuera el último.

Tarta de tres chocolates. Daba pena cortarla de lo bonita que era.

 

Finalmente, nuestra amiga Ine nos preparó unas infusiones de té verde con jengibre y de té negro con canela que pusieron el broche final a la cena ya que nos ayudaron a reposar todos esos buenos alimentos que degustamos.
En resumen, podemos pasar unas buenas fiestas sin arrepentirnos de los excesos si seguimos en cada comida estas sencillas normas:

-Comer despacio para comer menos y degustar más.
-Medir bien cada ración que nos servimos.
-Comenzar la comida o cena por una ensalada.
-Dosificar también la bebida: el vino y la cerveza deben tomarse en pequeñas cantidades. Así, si ya vamos con esa idea, disfrutaremos más cada sorbo.

¡Felices Fiestas a todos y un nutritivo año 2018!

 

 

 

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