¿Nunca os habéis preguntado porque desayunamos cada día lo mismo? En cambio las comidas del medio día y las cenas las variamos más. ¿Cuál puede ser la causa? ¿Estamos muy dormidos para ponernos a preparar algo más complicado que un café y una tostada? ¿Nos parece que no nos dará tiempo a preparar cosas nuevas? ¿Nos acostumbramos a algo y es difícil cambiar la rutina? ¿Todo esto al mismo tiempo?
Mientras meditamos cuál será esa misteriosa causa que a los humanos nos hace tan difíciles los cambios, os vamos a proponer algunos desayunos rápidos y diferentes del café y tostada habituales.

Algunas de estas propuestas son más complicadas que otras, pero se pueden preparar con antelación para tenerlas a punto en el momento del desayuno. Por ejemplo la granola. Esta es una receta casera que os va a proporcionar absolutamente todo lo que necesita un desayuno: hidratos, proteína, fibra, vitaminas, minerales, grasas saludables y un punto dulce y salado muy apetitoso. Se elabora al horno con avena, frutos secos, miel, aceite y una pizca de sal. Se prepara una buena cantidad y se puede guardar en tarro de cristal donde dura bastantes días.

Las galletas y bizcochos caseros elaborados con aceite de oliva, algo de mantequilla (no es un alimento prohibido), harinas a elegir según el gusto (trigo, maíz, integrales) y dosificando al gusto la cantidad de azúcar añadido son también una buena y energética opción.


Para el que no le llame la elaboración casera puede optar por esta opción cuya preparación no lleva más de medio minuto. Podemos utilizar las tortas de cereales, de las que hay gran variedad en el mercado, para tomar con mermelada o miel, o queso y membrillo, o plátano en rodajitas.

Y para que no todo sean hidratos, ya que nos recomiendan tomar también fruta y fuentes de proteínas (aunque ya sabéis que tanto los cereales y los frutos secos las llevan) tenemos otras opciones. Por ejemplo un trozo de tortilla de patatas de un día anterior, fruta con queso, yogurt con frutas, todas ellas bastante rápidas y nutritivas.


Una forma de preparar la fruta que he descubierto hace poco, muy sencilla, rápida y bastante apetitosa es la siguiente: se corta en rodajas finas la fruta (pera, manzana, plátano), se distribuyen uniformemente en un plato llano, se espolvorean con canela, anises, frutos secos tostados y picados (a elegir) y se meten al microondas durante 2-3 minutos. La fruta se hace en su propia agua, la consumes calentita y resulta muy digestiva.

Para el que le guste la compota de frutas, es una buena opción ya que se prepara un buen “perolo” y dura bastantes días en la nevera.
Esperamos que estas ideas os ayuden a variar el rutinario desayuno o al menos a degustarlas en las medias mañanas o las meriendas.